Cada día se realizan en clase diferentes actividades para estimular y motivar a los niños y niñas. Entre otras muchas realizamos un doble trabajo con las pinzas, desarrollamos la motricidad fina y aprendemos las letras, números y colores.
La motricidad fina es una parte esencial del desarrollo de los más pequeños y comprende todas aquellas actividades que implican precisión, un alto nivel de coordinación óculo-manual, una fuerza controlada y una buena concentración. Su dominio además será fundamental para la adquisición de determinadas habilidades y aprendizajes posteriores como la escritura.
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