Las Iguanas y las Mariposas visitan la Alhambra

¿Cuál es tu animal preferido? empieza así nuestro itinerario por los jardines del Generalife y el palacio de verano de la Alhambra. Más de 800 años hace que el
Sultán (rey arabe) y la reina vivieron ahí. El sultán fue a la montaña y vió de donde salía agua, e hizo una acequia (la acequia del sultán) así consiguió agua para la Alhambra.
Seguimos la dirección del agua, vamos a hacer un experimento. Tiramos hojas y vemos como entra el agua a la Alhambra, las hojas atraviesan el puente y llegan a la torre del agua. Atravesamos todo el bosque y nos cuentan sobre los árboles, plantas aromáticas, animales...
Los romanos llamaban acueducto al agua que pasa por un puente. Atravesamos la alta, fuerte y gran muralla y vemos de frente el acueducto.
Desde este lado miramos de frente y contemplamos el palacio de verano al que nos dirigimos, dónde descansaban. Le llamaban también la granja del sultán.
Vimos las huertas y nos explicaron su sistema de riego y de donde trajeron cada cosa. Que si los
guisantes y espinacas los trajo el sultán de su tierra.
De América: tomates y patatas... y así un montón de hortalizas y verduras.
También plantas aromáticas como el arrayán las trajo de su tierra. Esta era para dar buen olor a los baños.
Hierba Luisa,
Romero: para respirar mejor y es antimosquitos.
Entramos en el laberinto y vemos nenúfares que también los trajo de su tierra. Fuentes con diferentes características.
Los nísperos en flor.
Entramos al palacio por el
Patio de las caballerías, otra fuente donde nos hicimos una foto en círculo y el monitor nos contó una historia.
Vimos algunas dependencias, como un mirador con las ventanas bajas para ver el paisaje y la ciudad desde el suelo. Hablaban árabe, y las paredes están llenas de escritos, escribían muchas poesías.
El ciprés de la sultana.
El árbol más viejo del Generalife se llama Tejo y es venenoso, tiene más de 400 años, su veneno se llama taxol.
Se nos hizo la hora de volver y fuimos por un túnel de plantas hacía el bosque de los árboles gigantes, vimos muchos árboles que el monitor nos contó sobre ellos, nos encantó ver
bambú como el que comen los osos panda.
La visita ha sido preciosa, un deleite para los sentidos: hemos visto, olido, escuchado e incluso saboreado.
Isa Abollado.

FIN